Cantabria cuenta con 220 kilómetros de costa y 80 playas. El Mar Cantábrico y sus fondos de arena y roca agrestes se encargan de hacer lo demás, hasta colocarla en una región privilegiada para la práctica del surf.
Las mareas vivas y los suaves vientos han propiciado el desarrollo de este deporte, que, cada año atrae mayor número de visitantes y aficionados. Cantabria, que hasta hace poco ostentaba el récord de la ola más alta de la historia de España (26,13 metros), se erige así en uno de los más destacados destinos de surf de la península.
Spots como Somo, Liencres, Los Locos o El Brusco reciben la visita de surfers procedentes de otros países durante todo el año.
Orígenes
Cantabria forma parte de la historia del surf nacional. El santanderino Jesús Fiochi abrió la veda, en 1963, al surfear por primera vez en la playa de El Sardinero (Santander) con una tabla que compró en Francia a través de su hermana. Hasta entonces, los cántabros únicamente se habían deslizado por las olas con “plankings”.
El también santanderino Juan Giribet, por su parte, fue el primero que se atrevió a fabricar una tabla de surf (1964). En 1969, nace la primera marca de tablas: MB Surfboards, de manos de José Manuel Merodio y Carlos Beraza. A este último se le atribuye la creación del “Beraza Coraza”, el primer traje de surf fabricado en España (1970).
El “movimiento surfer” iba cogiendo fuerza. En 1973, varios surfers locales se asientan en “Casa Lola” (Loredo), dando lugar al primer taller de fabricación de tablas de surf de España. Posteriormente, en 1979 Zalo Campa y Laura Revuelta fundan Xpeedin, la primera tienda de surf en Somo.
Reserva Natural de Surf
Este carácter pionero se extiende hasta nuestros días, ya que, en 2012, Ribamontán al Mar declaraba sus playas y rompientes Reserva Natural de Surf, convirtiéndose en el primer municipio en España en contar con esta figura de protección. Su ejemplo lo han sido seguido otros municipios cántabros como Suances, Noja y San Vicente de la Barquera antes de dar el salto a otros territorios nacionales.